La siguen millones de adolescentes en las redes sociales. Es vegana, feminista, activista de LGTBQ, dice que "odia" a América, que Donald Trump es "terrorífico" y se opone (aunque la foto diga lo contrario) a que la mujer sea "cosificada". Con apenas 23 años y una carrera que recién empieza, ya tiene un largo historial de escándalos. Entre los más gordos, ir con sus amigos a una tienda de donuts, chupar las confituras y dejarlas sobre los exhibidores de donde las tomarían otros clientes, lo que le valió que no hubiera medio estadounidense que no condenara su asquerosa gracieta durante semanas.
Su último recital, en el Manchester Arena, donde un suicida del terrorismo yihadista hizo estallar una bomba que mató a 22 personas y dejó más de medio centenar de heridos, muchos de ellos de extrema gravedad.
Entre el "Odio América" y la barbarie del terrorismo
En medio del dolor por la pérdida de tantas vidas jóvenes y cuando aun el mundo no acaba de salir de su estupor, las autoridades británicas ya tienen identificado al autor de la masacre, un residente británico de 22 años, hijo de refugiados libios.
Habida cuenta de que el terrorismo islámico golpea en blancos bien estudiados para que sus actos infundan el mayor miedo posible y siempre con un perverso mensaje que sirva a sus criminales propósitos, la explosión de la bomba en el Manchester Arena abre muchos interrogantes acerca del interés estratégico de los terroristas en atacar precisamente ese recital.
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